Alberto Cornejo Madrid | viernes, 09 de diciembre de 2016 h |

Pregunta. Para saber el tiempo al que atenerme, querría preguntarte… ¿Las cosas De Palacio van despacio?

Respuesta. Todo lo que dependa de mí va muy deprisa. Otras cosas de mi entorno sí van más despacio de lo que querría.

P. Ante mí un ‘hombre orquesta’ en su literalidad. Tocas el piano, la armónica, el acordeón y el clarinete.

R. A lo Dick Van Dicke, ¿no? Soy aprendiz de todo y maestro de nada. De pequeño le di tanto la paliza a mis padres que me compraron una armónica. Luego, con 13 años, me aproveché de un curso de piano que no quería hacer mi hermana y del cual ya estaba pagada la matrícula. A partir de ahí, seguí interesado en la música.

P. En profesional, ¿mejor ser músico de esa orquesta que es FEFE o director de esa otra que es FEFE Madrid?

R. Lo único que tengo claro es que para ser un buen director de orquesta primero hay que ser músico en ella. Sí, puedo asegurarte que es muy bonito ser director de orquesta en FEFE Madrid.

P. Salvo el piano, todo lo que tocas es de misma familia. ¿Qué instrumento cambiaría el viento de la farmacia?

R. Sin perder su carácter sanitario, la profesión tiene lanzarse a otras actuaciones. Pero hay miedo. ¿A qué? A sanciones, a romper con lo tradicional…

P. Nuevas actuaciones. ¿Hay que tener clarinete que la Administración no pagará por los servicios?

R. Lo tengo totalmente clarinete. Por sentido común. Si la farmacia ya colabora ‘gratis’ en mejorar la salud de la población, díficil ahora que paguen. En los países donde sí se ha conseguido cuentan con modelos muy distintos .

P. Quizá sería más factible con una misma sinfonía en la profesión.

R. Se están gestando movimientos de unidad para que la música suene bien.

P. Pasamos al segundo acto. Licenciado en Derecho, un título que viendo cómo está el sector, bien podría considerarse formación de postgrado de Farmacia.

R. Mi padre, que es arquitecto, nos ‘obligó’ a sus hijos a que Derecho fuese la primera carrera a estudiar y luego ya la que cada cual quisiese. Lo justificaba en que todas aquellas decisiones fallidas que patrimonial o profesionalmente ha tomado en su vida fueron por no saber Derecho. A mí no tenía que convencerme porque era lo que quería estudiar. En mi familia hay mucha tradición de Abogacía. Luego me planteé que alguien debía dar continuidad a la profesión de mi madre y también estudié Farmacia.

P. Señor abogado, ¿hay muchas normas sectoriales que no tienen defensa?

R. Hay muchas que no tienen pase jurídico, cuyas motivaciones son, en el mejor de los casos, demagógicas. O falsas. Por ejemplo, las relacionadas con las reservas singulares de fármacos.

P. Como ex practicante de rugby, ¿algunas de esas medidas, como las del control del gasto, son patadas a seguir?

R. Totalmente, pero ¿qué van a hacer? ¿Van a reinventar el sistema? Al menos el copago y la desfinanciación sí implica asumir responsabilidades por el que las toma. En cambio, las bajadas del precio de los fármacos ‘pasan’ la responsabilidad al fabricante. En concreto, mantenerse en el mercado a pesar de ello.

P. Un ‘santo y seña’ del rugby es el “tercer tiempo”. ¿Con quién te gustaría tenerlo?

R. Sin lugar a dudas, con Rafael Nadal.

P. La última. Tu presidente, José Luis Rodríguez Dacal, ya ha avisado de la temporalidad en su cargo. Si guardase esta entrevista en el cajón, ¿tendría más valor en unos meses?

R. No te la guardes. Si se diese el caso, en el futuro la repetimos.

En diez líneas

Luis de Palacio (Madrid, 1980) es desde 2013 secretario general de FEFE y preside FEFE Madrid. Habla cinco idiomas y ‘entiende’ —no comparte— el que emplea Sanidad. Se otorga cierto “frikismo” por lo variopinto de sus aficiones: música, tecnología, rubgy (jugó hasta los16 años, cuando se rompió la nariz), fútbol… Si no fuese por sus deberes como padre, “tendría más”. Ahora está inmerso en otra que guarda en secreto. De saberse, como pasa con la magia, perdería la gracia.