Con esfuerzo y trabajo es posible ser el número uno. Pero con mucho esfuerzo y mucho trabajo es posible serlo incluso dos veces. Es lo que le ha pasado a Francisco Javier Manzano Lista, que ha quedado primero en este FIR 2023, después de haber sido también el primero hace diez años, en la promoción de 2013 de esta oposición.
¿Cuál es su truco? Según explica a EG, la clave está en realizar muchos simulacros, ya que son un tipo de pruebas que requieren mucha técnica. Asegura que los estudiantes deben dar todo de sí mismos. “Los futuros FIR deben saber que para realizar una oposición de este estilo hay que encerrarse en casa”, indica.
Manzano Lista estudió ciencias Ambientales de 2002 a 2007 y, años después, se licenció en Farmacia en 2012. Tras realizar el FIR en 2013 y la residencia en Farmacia Hospitalaria en el Complejo Hospitalario de Toledo, decidió doctorarse en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid.
Dos veces primero en el FIR en diez años y con un doctorado de por medio, Manzano, ha decidido que no es el momento de dejar la vida en el hospital de lado. “Tenía ganas de hacer otras cosas; tras acabar mi tesis, me sentí un poco desconectado de la FH, pero no quise dejar el mundo del hospital”, asegura. Y remarca que esto último es uno de los motivos por los que ha decidido repetir el FIR y hacer una nueva residencia en la que se especializará en Análisis Clínicos. “Me gusta la vida en el laboratorio y poder combinar esa vida con muestras reales de pacientes me motiva”, indica.
Asimismo, el farmacéutico asegura que en la universidad se realizan pruebas clínicas, principalmente con muestras de animales, y algunas que ceden desde los hospitales. Pero Manzano admite que, gracias a esta especialidad, podrá aprender nuevas técnicas de laboratorio en un nuevo entorno.
“En la universidad realizas pruebas clínicas sobre todo con muestras de animales y algunas que te cede algún hospital, pero en realidad son bastantes pocas comparadas con las que puedes manejar en un hospital. Cambiar a esta modalidad me llamaba la atención porque se pueden aprender nuevas técnicas de laboratorio y en un entorno hospitalario”, comenta en relación a la gran cantidad de muestras reales que se pueden manejar en un gran hospital como el que ha elegido: el Hospital Universitario 12 de Octubre.
Manzano ha conseguido este año una puntuación total de 116,8339. Describe el examen como complicado: “Desde mi perspectiva, fue ‘horroroso’. La pruebas y simulacros que realicé eran más sencillos, en este no había ninguna pregunta fácil; fue largo y enrevesado”.
Del mismo modo, hace hincapié en que el temario abierto de este tipo de oposiciones complica los exámenes. “Se deberían acortar un poco los conceptos, ya que preguntan cuestiones de, por ejemplo, física, que son más propias de una carrera de física”, apunta.
Por otra parte, Manzano asegura que el FIR es una gran carrera profesional para los estudiantes de Farmacia y recomienda a las nuevas generaciones que quieran realizarlo, que lo hagan. “Es importante escoger una buena academia que actualice los materiales y las posibles preguntas”, indica.
Una segunda residencia
Francisco Javier Manzano va a comenzar dentro de muy poco la que va a ser su segunda residencia, esta vez el centro que ha elegido es el 12 de octubre. “Hay muchísimos hospitales buenos en Madrid. Pero tuve muy buenas referencias sobre este. Me comentaron que el ambiente es muy bueno, en el hospital en general y en el servicio en particular. Se aprende más y el trabajo sale mejor cuando hay una buena relación entre la gente y se está a gusto en el trabajo”, afirma el futuro residente.
No es la primera vez que Manzano será residente y afronta con ilusión esta ya familiar etapa: “No sé si es una ventaja o no, para mí es un mundo completamente nuevo también. Sin embargo, al conocer un poco más el ambiente de un hospital por mi pasado como farmacéutico hospitalario, quizá estoy más acostumbrado a algunas dinámicas. Por ejemplo, no creo que tenga el nerviosismo de la primera vez a la hora de hacer una guardia; aunque sea novato, quizá ya soy algo más maduro y soy capaz de relativizar algunos asuntos”, expresa.
“Nunca digas nunca”, proclama cuando se le pregunta si repetirá el FIR dentro de otros diez años. Aun así, no se muestra muy convencido. “Ya tengo 38 años y es algo que requiere mucho esfuerzo, no solo mental, sino también físico. Son muchas horas sentado y no es lo mismo tener diez años más o menos; el cuerpo y sobre todo las piernas se van resintiendo”, concluye este peculiar nuevo residente del 12 de Octubre.