“Será en un horizonte no muy lejano cuando las farmacias dispensen biológicos”. Estas palabras de Agustín Rivero, director general de Farmacia del Ministerio de Sanidad, pronunciadas en el XX congreso nacional farmacéutico, han aportado algo de luz —y esperanza— a una de las principales reivindicaciones de la profesión farmacéutica: asegurar la dispensación en boticas de aquellos nuevos fármacos que no requieren especial control clínico frente a su actual paso sistemático per sé al canal hospitalario. El representante ministerial ha manifestado que quizá haya llegado el momento de poner este debate sobre la mesa de la Comisión de Farmacia (Ministerio de Sanidad y CC.AA). “¿Por qué todos van a ir al hospital? Muchos pueden ir a la farmacia”, ha defendido.
En contra de lo que denuncia el sector, desde las Administraciones se viene negando que estas decisiones tengan un trasfondo económico. Ahora bien, de las palabras de Rivero puede desprenderse que sí lo habría, más o menos directo. “Los controles del gasto por parte de las autonomías son muy altos. Si existen centrales de compras que generan ahorro, es normal que se potencien”. Sin embargo, el director general de Farmacia cree que ahora puede hablarse de una situación de “estabilidad” que invita a replantearse el marco actual en torno a la accesibilidad de las innovaciones.
No obstante, cara al convencimiento de las Administraciones, Rivero ha animado al sector a presentar “informes, datos y modelos” que demuestren el ahorro que también puede generar su dispensación en boticas o bien demostrar los costes añadidos que acarrea, al sistema y el paciente, su presencia en los hospitales.
Rivero ha realizado estas manifestaciones durante su participación en una mesa redonda celebrada en la jornada inaugural (19 de octubre) del XX congreso nacional farmacéutico de Castellón, en la que se ha abordado un sempiterno debate que trasciende a los años y ediciones del evento: la sostenibilidad del sistema sanitario. En ella también han participado representantes de patronales sectoriales de la industria (Farmaindustria, Aeseg, Anefp y Biosim) y de la distribución (Fedifar). En este sentido, todos han coincidido en que el sistema “es sostenible y hay que seguir trabajando para que lo sea”.
Eso sí, cada pata de este banco ha defendido lo ‘suyo’: sus actuaciones en este fin. Por ejemplo, Javier Urzay (subdirector general de Farmaindustria) ha defendido la firma con Sanidad del protocolo Gasto-PIB, al igual que Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda (director general de Aeseg) ha recordado la labor del medicamento genérico en la generación de ahorros a la vez que insiste en su principal “caballo de batalla”: que el precio de la marca no pueda ser el mismo que el del EFG.
Por su parte, Regina Múzquiz, directora general de Biosim ha reclamado que los medicamentos biológicos y EFG “puedan convivir en el mercado” con aquellos que mantienen la patente. Fuera de la industria, Eladio González, presidente de Fedifar, ha enfatizado la labor de la distribución en hacer accesible el medicamento. Por último, respecto a esta cuestión de la sostenibilidad, Rivero ha recordado que el SNS “está preparado para soportar embestidas”, como el sobrecoste que supuso el abordaje de la hepatitis C con Sovaldi.