Alberto Cornejo Castellón | miércoles, 19 de octubre de 2016 h |

El XX congreso nacional farmacéutico que acoge Castellón ha inaugurado este 19 de octubre su programa científico con una mesa redonda que, tanto en temática como ponentes, venía cargada de simbolismo como traspaso del “testigo” entre esta edición y su precedente de Córdoba (2014). Así, los presidentes colegiales de ambas provincias (Sergio Marco y Práxedes Cruz, respectivamente), junto a Julio Sánchez Fierro, vicepresidente del Consejo Asesor de Sanidad, han analizado cómo ha avanzado la farmacia asistencial en este periodo bienal intercongresos.

Ya en harina, Sánchez Fierro ha defendido lo “mucho y bueno” que se gestó en el congreso de Córdoba. Quien es una de las voces más autorizadas de la Sanidad nacional ha lamentado que este avance asistencial haya convivido con otra ‘hoja de ruta’. En este caso, con la del Parlamento Europeo, también de 2014, para la sostenibilidad de los sistemas sanitarios continentales. “El traslado a la práctica del objetivo de este documento (sostenibilidad) ha afectado en este tiempo a la prestación farmacéutica y el acceso a los medicamentos”. Sánchez Fierro ha criticado que cada Estado (y en España cada región) haya puesto en marcha sus propias iniciativas “u ocurrencias en algunos casos”, ha concretado.

Respecto al avance de la farmacia asistencial, ha avisado que muchas de las iniciativas profesionales “están ahora mismo en un limbo jurídico”. Por ello, ha pedido “un cambio de la legislación” que tenga en cuenta “este cambio de contexto”. Esa nueva ‘gran’ Ley de la sanidad nacional que sustituyese a la de Garantías de 1996 debería recoger, respecto a la farmacia “el reconocimiento explícito de la farmacia asistencial, menciones concretas de los contenidos de los nuevos servicios, abordar la accesibilidad y dispensación de los nuevos medicamentos o que ayude a evitar la salida de medicamentos del canal farmacia”. Sánchez Fierro ha añadido otros puntos a esa hipotética nueva norma como “un articulado que desarrolle el acuerdo de colaboración entre Ministerio y Farmacia o que aborde la financiación de los nuevos servicios”, en esta suerte de “Decálogo de Castellón”, como lo ha ‘nombrado’ afectivamente Sánchez Fierro.

Partiendo de esa hoja de ruta que fue la Declaración de Córdoba presentada en la pasada edición —la “síntesis, el rumbo y el objetivo” de la profesión”, a juicio del presidente cordobés— la farmacia se encuentra en una proceso de “actualización e innonación”. Respecto a estos dos años, Cruz ha hecho repaso de las iniciativas desarrolladas por la profesión. Su resumen es que “quizá se han hecho de una forma densa, desordenada, pero no nos hemos quedado quietos, y eso es lo importante”. Y es que, la mayor participación de las farmacias en estrategias sanitarias regionales o en asuntos como modificación de las leyes de ordenación farmacéuticas (LOF) “son un hecho palpable”, ha enfatizado el también vicepresidente del Consejo General.


Esa nueva ‘gran’ ley de Sanidad debería renoconer “explícitamente” la farmacia asistencial, menciones concretas a los nuevos servicios y abordar dispensación de los nuevos medicamentos, entre otros puntos.