Marta Riesgo Madrid | viernes, 17 de noviembre de 2017 h |

La Asociación de Medicamentos Accesibles (AAM) de Estados Unidos y su Consejo de Biosimilares acaban de publicar un análisis que demuestra que si los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) revisaran su actual política de reembolso de medicamentos biosimilares, el gobierno federal podría ahorrar en torno a 11.400 millones de dólares en medicamentos en los próximos 10 años.

El informe ‘Discrete Codes for Biosimilars: Fiscal Implications’, realizado por la consultora The Moran Company (TMC) a petición de la patronal de medicamentos genéricos y biosimilares del país, analiza las implicaciones presupuestarias de una posible reversión de la política actual de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) en línea con los métodos traducionales de scoring CBO. Y es que, en el método actual, el CMS agrupa todos los biosimilares de un biológico de referencia bajo un solo código de facturación y tasa de pago. En este sentido, varios colectivos implicados han expresado su preocupación ya que consideran que esta política socava el acceso de los pacientes a medicamentos biosimilares asequibles y ahoga la creación de un mercado robusto de biosimilares. En consecuencia, la agencia norteamericana de medicamentos (FDA) está evaluando los efectos de la actual política de codificación y pago para los medicamentos biosimilares y ha solicitado comentarios sobre sus revisiones a las políticas de pago bajo el Programa de Tarifas de Médicos, así como otras revisiones a la regla propuesta CY 2018 (CMS-1676-P) .

Al destacar la necesidad de revisar la política, el informe encuentra que la política de reembolso actual de CMS podría producir ahorros a corto plazo, pero a costa de mayores ahorros a largo plazo para Medicare. Sostiene que la política actual haría que los fabricantes de biosimilares salgan del mercado a lo largo del tiempo o decidan no adentrarse en el mismo, lo que en última instancia generará mayores costes para los pacientes. El Consejo de Biosimilares de la patronal estadounidense ha instado a CMS a que revise su política de pago y codificación y proporcione a cada biosimilar un código de facturación único y una tasa de pago.

“El cambio del reembolso biosimilar de códigos únicos aumentaría el acceso de los pacientes a medicamentos más económicos, que salvan vidas y que reducen de forma significativa el gasto farmacéutico. La adopción de esta política es fundamental para el desarrollo de un floreciente mercado de medicamentos biosimilares”, ha asegurado Christine Simmon, directora ejecutiva del Consejo de Biosimilares y vicepresidenta sénior de políticas y alianzas estratégicas de la AAM. “Este nuevo informe destaca el ahorro de costes significativo posible para los pacientes y los pagadores si CMS implementa esta recomendación”, ha puntualizado.

Lo cierto es que en los últimos meses el Gobierno de Estados Unidos ha dado varios pasos para avanzar en la promoción del mercado de biosimilares en Estados Unidos con la adopción de medidas de formación y promoción de estos medicamentos.

Además, el pasado mes de julio, la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó por unanimidad que las compañías productoras de biosimilares no tendrán que esperar seis meses más tras la aprobación por parte de la FDA para lanzar los nuevos biosmilares al mercado.

Esta decisión llegaba tras el proceso legal iniciado por la compañía Sandoz por el que solicitaba al Tribunal Supremo norteamericano que revisase el fallo del Tribunal de Apelación, que forzó el retraso en la comercialización de su biosimilar Zarxio, el primero de este tipo disponible en el mercado estadounidense y cuyo biológico de referencia es filgrastim, de Amgen. La situación hasta ahora provocaba que pese a que el medicamento biosimilar cumpliese con todos los requisitos aún debía retrasar su llegada al mercado.